La palabra chicharrón tiene raíces en la gastronomía española y se difundió por América durante la época colonial. En México, la piel frita del cerdo se convirtió en un alimento emblemático regional.
Aunque solemos llamarles “banderillas” en México, su historia se remonta a Corea del Sur, donde comenzaron a popularizarse en la década de 1980 como un práctico street food: salchichas empanizadas en un palillo para comer sin utensilios.
La receta se popularizó en TikTok y otras redes como una forma “rápida e ingeniosa” de hacer un tamal sin necesidad de estufa. Se le conoce comúnmente como el tamal de la prisión.
Esta receta tiene influencias de la cocina francesa, especialmente de los platos clásicos que incluyen salsas cremosas a base de mantequilla o crema. Los champiñones, conocidos como "comestibles del campo llano", fueron cultivados por primera vez en Francia en 1650, lo que marcó el inicio de su uso culinario en Europa.
Incorporar manzana rallada y plátano en la masa no solo endulza los panqueques de forma natural, sino que también aporta fibra, potasio, vitaminas A y C, convirtiéndolos en una opción nutritiva y equilibrada para comenzar el día
El omelette aporta proteínas de alta calidad, vitaminas como B12, D, A, y minerales como hierro, zinc y selenio. Es una opción nutritiva para iniciar el día.
Este postre no es solo moderno: encuentra sus raíces en la Antigua Roma, donde se preparaba con huevo y era tanto dulce como salado. Con el tiempo, evolucionó a su forma actual con azúcar y caramelo, especialmente durante la Edad Media.
El nombre "magdalena" proviene del francés madeleine, siendo un pequeño bizcocho que apareció en Commercy (Lorena) durante el siglo XVIII. Según la leyenda más aceptada, una joven pastelera llamada Madeleine Paulmier creó esta delicia para el rey polaco Stanislas Leszczynski, quien bautizó el postre en su honor. Este se popularizó en la corte de Versalles y luego en toda Francia.
Las chimichangas, tradicionalmente un platillo salado de burrito frito, han mutado en versiones dulces repletas de sabores como cheesecake, frutas, chocolate y canela. Son un ejemplo vivo de cómo la cocina mexicana y estadounidense pueden entrelazarse para crear nuevos bocados irresistibles, no limitados al ámbito salado.
Adaptación del bolillo derivado de técnicas francesas, popularizado por Camille Pirotte en el siglo XIX. Los mini panes franceses rellenos con mermelada de fresa combinan la tradición del pan mexicano con un toque dulce y moderno.
No hay certeza de por qué se llama “rusa”; hay teorías locales, memez de internet y comentarios en foros, pero nada confirmado históricamente. Dependiendo de dónde te la prepares, puede incluir diferentes frutas, más o menos chamoy, distintos tipos de chile, etc. Hay versiones más simples o más elaboradas.
El kiwi es rico en vitamina C, fibra y antioxidantes, lo que le añade valor más allá del sabor. Bebidas con kiwi suelen tener beneficios leves para la salud (especialmente en hidratación, vitaminas, antioxidantes) si los azúcares añadidos no son excesivos.
Se cree que surgió en Córdoba (Andalucía) en los años 20, en un establecimiento llamado Venta de Vargas. Su propietario, Antonio Vargas, empezó a servir vino tinto mezclado con gaseosa y limón para aliviar el calor. Esa bebida se ha vuelto un símbolo del verano relajado en España: tardes calurosas, encuentros sociales, momentos ligeros.
La horchata tradicional tiene su origen en el Mediterráneo — Valencia, España — donde se prepara originalmente con chufas (un tubérculo). En México la versión tradicional de horchata usa arroz, canela y azúcar, adaptando la receta europea a ingredientes locales. Al añadir mazapán (que es dulce, con cacahuate molido) se gana cremosidad y un sabor más “auténtico/mexicano” que mezcla lo vegetal del arroz/leche con lo nuez del cacahuate. La densidad puede aumentar dependiendo de cuántos mazapanes se usan y si se usa leche condensada o evaporada.
Gansito fue creado en 1957 por Marinela, parte de Grupo Bimbo, y el inventor fue Alfonso Velasco. El primer pedido de Gansitos fue de 500 pastelitos y tomó 8 horas elaborarlos, porque gran parte del proceso era manual/ artesanal al principio. Originalmente el pastelito se decoraba con nuez (trozos de nuez). En versiones posteriores ese ingrediente fue sustituido por granillo de chocolate.
La historia de Chocolate Abuelita comienza en 1919, cuando los hermanos Francisco y Raymundo González Barragán fundaron la fábrica de chocolates La Azteca en Orizaba, Veracruz. En 1929, debido al éxito de la empresa, la fábrica se trasladó a la Ciudad de México. Desde 1973, la actriz mexicana Sara García — conocida como “la Abuelita del cine mexicano” — es la imagen oficial de la marca, reforzando su carácter hogareño, tradicional y reconfortante.
Se cree que la michelada se originó en el Club Deportivo Potosino, en San Luis Potosí. Allí, un socio llamado Michel Ésper pedía su cerveza con limón, sal, hielo y, en un vaso llamado “chabela”. Con el tiempo, la gente empezó a pedirla “como la de Michel”, hasta que derivó en michel ada. En años más recientes han surgido versiones cada vez más elaboradas y extravagantes: las llamadas “gomichelas” (con gomitas como decoración), micheladas escarchadas con chamoy y mezclas dulces/picantes, variantes con frutas, mariscos, etc.
El frappé fue creado por accidente por Dimitris Vakondios, un representante de Nestlé en Grecia, durante la Feria Internacional de Tesalónica en 1957. La historia dice que Vakondios no encontró agua caliente para preparar su café instantáneo, así que mezcló café instantáneo, agua fría y hielo en un shaker.
